El coordinador federal de IU considera que “lo que esperábamos es que hubiera cambios de políticas, independientemente de los nombres que las acompañan en cada ministerio. Que cambie a las personas me da igual y le pasa lo mismo a los ciudadanos de este país, a los 4,6 millones de parados o a los pensionistas que están sufriendo los recortes de la política presupuestaria”.
Para el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, “si no hay una rectificación de su política la remodelación del Gobierno llevada a cabo hoy es un simple aspaviento que no tiene mayor recorrido por parte de un José Luis Rodríguez Zapatero a la defensiva”.
Para Lara, “el nuevo Gobierno está concebido para aplicar la reforma laboral, la reforma de las pensiones y, como ha adelantado la todavía ministra Espinosa, para endurecer el ajuste, si es necesario. El presidente del Gobierno mantiene el núcleo duro económico en un nuevo guiño al capital financiero y a los especuladores”.
El máximo responsable federal de IU valoró esta remodelación “como una forma de esconder las consecuencias derivadas de la aprobación de los Presupuestos más lesivos y antisociales perpetrados desde el inicio de la Transición democrática española”.
“Este es un Gobierno –afirmó- que nace con las manos atadas por los contenidos regresivos y los recortes de las cuentas públicas para 2011 y por el pacto de estabilidad urdido entre el Gobierno y formaciones de la derecha nacionalista. Por otra parte, la densidad política, la experiencia y capacidad del nuevo Ejecutivo, considerado globalmente, es muy inferior a la del que cesa”.
Del mismo modo, Cayo Lara valoró que con la supresión de los ministerios de Igualdad y Vivienda, Rodríguez Zapatero “cede ante las presiones de la derecha que así se lo han venido exigiendo, sin que las desapariciones de estas dos carteras supongan un ahorro significativo para las arcas del Estado”.
Profundizando más en este tema, señaló que con el cierre del Ministerio de Igualdad, que fue una de las grandes apuestas ahora fracasada de Rodríguez Zapatero para esta legislatura, “el presidente deja ver que si se lo carga es porque le da igual tenerlo que no tenerlo. Es una falta de responsabilidad”.
Respecto a la supresión de Vivienda y su incorporación a Fomento, ha dejado claro que este Gobierno “evidencia su renuncia a hacer una política real de vivienda, aunque tampoco la ha venido haciendo en los últimos tiempos”.
En opinión de Lara, el hecho de que Rodríguez Zapatero no haya sustituido a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, “significa que va a seguir condicionando su política económica a lo que marca el Fondo Monetario Internacional, los mercados y la propia Banca española. Consiguientemente no somos optimistas a que se produzcan cambios de fondo en el futuro”.
Cayo Lara afirmó que “desde Izquierda Unida lo que esperábamos es que hubiera cambios de políticas, independientemente del nombre de las personas que las acompañan en cada uno de los ministerios. A mí que cambie a las personas me da igual y me parece que le pasa lo mismo a los ciudadanos de este país, a los 4,6 millones de parados o a los pensionistas que están sufriendo los recortes de la política presupuestaria”.
“Rodríguez Zapatero –aseguró- intenta hacer un lavado de imagen cambiando una parte importante del Gobierno. Pero no nos ha sorprendido que la remodelación haya afectado ahora a tantos ministerios ya que lo imaginábamos cuando dijo que sólo iba a cambiar a Corbacho. Zapatero suele acabar haciendo lo contrario de lo que dice”.
Para el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, “si no hay una rectificación de su política la remodelación del Gobierno llevada a cabo hoy es un simple aspaviento que no tiene mayor recorrido por parte de un José Luis Rodríguez Zapatero a la defensiva”.
Para Lara, “el nuevo Gobierno está concebido para aplicar la reforma laboral, la reforma de las pensiones y, como ha adelantado la todavía ministra Espinosa, para endurecer el ajuste, si es necesario. El presidente del Gobierno mantiene el núcleo duro económico en un nuevo guiño al capital financiero y a los especuladores”.
El máximo responsable federal de IU valoró esta remodelación “como una forma de esconder las consecuencias derivadas de la aprobación de los Presupuestos más lesivos y antisociales perpetrados desde el inicio de la Transición democrática española”.
“Este es un Gobierno –afirmó- que nace con las manos atadas por los contenidos regresivos y los recortes de las cuentas públicas para 2011 y por el pacto de estabilidad urdido entre el Gobierno y formaciones de la derecha nacionalista. Por otra parte, la densidad política, la experiencia y capacidad del nuevo Ejecutivo, considerado globalmente, es muy inferior a la del que cesa”.
Del mismo modo, Cayo Lara valoró que con la supresión de los ministerios de Igualdad y Vivienda, Rodríguez Zapatero “cede ante las presiones de la derecha que así se lo han venido exigiendo, sin que las desapariciones de estas dos carteras supongan un ahorro significativo para las arcas del Estado”.
Profundizando más en este tema, señaló que con el cierre del Ministerio de Igualdad, que fue una de las grandes apuestas ahora fracasada de Rodríguez Zapatero para esta legislatura, “el presidente deja ver que si se lo carga es porque le da igual tenerlo que no tenerlo. Es una falta de responsabilidad”.
Respecto a la supresión de Vivienda y su incorporación a Fomento, ha dejado claro que este Gobierno “evidencia su renuncia a hacer una política real de vivienda, aunque tampoco la ha venido haciendo en los últimos tiempos”.
En opinión de Lara, el hecho de que Rodríguez Zapatero no haya sustituido a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, “significa que va a seguir condicionando su política económica a lo que marca el Fondo Monetario Internacional, los mercados y la propia Banca española. Consiguientemente no somos optimistas a que se produzcan cambios de fondo en el futuro”.
Cayo Lara afirmó que “desde Izquierda Unida lo que esperábamos es que hubiera cambios de políticas, independientemente del nombre de las personas que las acompañan en cada uno de los ministerios. A mí que cambie a las personas me da igual y me parece que le pasa lo mismo a los ciudadanos de este país, a los 4,6 millones de parados o a los pensionistas que están sufriendo los recortes de la política presupuestaria”.
“Rodríguez Zapatero –aseguró- intenta hacer un lavado de imagen cambiando una parte importante del Gobierno. Pero no nos ha sorprendido que la remodelación haya afectado ahora a tantos ministerios ya que lo imaginábamos cuando dijo que sólo iba a cambiar a Corbacho. Zapatero suele acabar haciendo lo contrario de lo que dice”.
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